El desgarro muscular es una lesión frecuente que sucede cuando hay una ruptura en los músculos o tendones, provocada por una contracción o estiramiento excesivo del músculo. En este artículo, explicamos las causas de los desgarros musculares y presentamos métodos efectivos de tratamiento a través de nuestras terapias de fisioterapia en Jaén.
¿Qué es un desgarro muscular o rotura de fibras musculares?
Un desgarro muscular, o rotura de fibras musculares, ocurre cuando las fibras musculares se desgarran. Este tipo de lesión genera un dolor agudo e intenso, forzando a la persona afectada a detener cualquier actividad física debido a la tensión que se produce en la zona dañada al mover el músculo.
La rotura fibrilar se caracteriza por un dolor punzante y bien localizado, que quienes lo experimentan a menudo comparan con el impacto de una piedra, especialmente si la lesión es en la parte trasera de la pierna, como en la pantorrilla. Específicamente, cuando el desgarro ocurre en el músculo gemelo o gastrocnemio, se le suele llamar “síndrome de la pedrada”.
Los desgarros musculares se clasifican en tres niveles de severidad:
- Grado leve: Se caracteriza por una elongación o ruptura mínima de las fibras musculares. La sensación de dolor es leve, y tanto la movilidad como la fuerza muscular se mantienen prácticamente intactas, acompañadas de un hematoma ligero.
- Grado moderado: Implica un daño más extenso a las fibras musculares, resultando en una rotura de moderada a severa del músculo y el tendón. Esto conlleva una reducción notable de la movilidad, dolor al tacto, debilidad muscular y la aparición de hematomas más significativos.
- Grado grave: Representa una rotura completa del músculo, que puede ocurrir en la unión miotendinosa o en el punto de inserción del tendón. El dolor es intensamente agudo, con un incremento considerable en la inflamación y el tamaño del hematoma. La movilidad y la fuerza muscular se ven gravemente comprometidas, mucho más que en el desgarro de grado moderado.
Síntomas del desgarro muscular
Como se ha comentado, los síntomas más comunes de un desgarro muscular incluyen un dolor agudo y la aparición de hematomas debido a la ruptura de las fibras musculares.
- Existencia de una inflamación.
- Presencia de un dolor súbito e intenso.
- Existe un hematoma localizado, siendo considerable cuando las lesiones son más extensas.
- Dificultad para caminar.
Además, es habitual experimentar una disminución de la fuerza en el área afectada, lo que puede manifestarse como cojera al ser doloroso y difícil sostener el peso sobre el músculo lesionado.
En ciertos casos, la inflamación del área lesionada puede estar acompañada de un hematoma menor, resultado de un sangrado interno en el tejido muscular.
¿Cuánto tiempo tarda un músculo desgarrado en sanar?
En casos leves o moderados que han sido tratados de manera conservadora, pueden requerir de unas 3 a 6 semanas para sanar. Ahora bien, en los casos graves, la reparación tisular puede ser más tardía, esto porque la mayoría requiere de una cirugía para la recuperación del funcionamiento y la movilidad, en estos casos el cuerpo requerirá de hasta 6 meses para una recuperación completa.
Tratamiento del desgarro muscular
En casos de desgarros musculares severos, es crucial buscar atención médica inmediata. No obstante, existen medidas que podemos adoptar para el tratamiento de rupturas fibrilares.
Aplicar hielo puede aliviar el dolor y reducir la inflamación, por lo que se recomienda su uso en la zona lesionada durante 15 a 20 minutos, varias veces al día y justo después de la lesión. Además, se pueden emplear geles analgésicos o medicamentos.
Es esencial que un médico determine los fármacos o cremas más adecuados para cada situación particular.
El uso de medias de compresión es otra práctica común en el tratamiento de desgarros musculares, ya que mejora la circulación sanguínea y el drenaje linfático, contribuyendo a la reducción de hematomas y a una recuperación más acelerada.
Una vez que el músculo recupere su fuerza y resistencia, se pueden iniciar ejercicios específicos para un fortalecimiento gradual. En esta etapa, la asistencia de un fisioterapeuta puede ser muy beneficiosa.
Fisioterapeuta en Jaén, Pablo Carvajal
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